La maratón es algo especial en la que uno se conoce a sí mismo, sus límites, sus inquietudes, y en la que todo el sufrimiento de los entrenamientos cobra sentido al pasar la línea de meta. Tras tres meses de duro trabajo la cuenta atrás definitiva ya llegó. Con unos 700 kms acomulados en estas 12 semanas, 57 sesiones, un par de kilos menos, duros entrenos bajo el frío, la lluvia, series largas, series cortas, tiradas largas, fartlek, yendo solo la mayor parte de los entrenos, en otras acompañado de mi gran familia Primeguis, el entreno para París ya está hecho... ahora toca descansar y correr lo justo para quitarme los nervios premaratón a falta de 7 días.
Pero ahora queda lo mejor, el objetivo por el que he luchado estos meses y que me podrá salir mejor o peor, pero me lo he currado y París lo disfrutaré proporcionalmente al sufrimiento que conlleva hacer 42195 metros. El planteamiento de carrera será posiblemente seguir al globero de 3h15' hasta que el cuerpo aguante, difícil sí, pero no imposible. Saliendo desde el cajón de 3h15' imagino que tardaré aproximadamente unos 10' en salir por el arco de salida, pero el tiempo oficial no me preocupa.
Seremos casi 50000 runners los afortunados en correr por el Arco del Triunfo, el Obelisco, La plaza de la Concordia, los jardines de las Tullerias, el museo Louvre, el Pont Neuf, Notre Dame, la plaza de la Bastilla, el Bois de Vicennes, el Sena, el Panteón, les Invalides, la Gare D'Orsay, la torre Eiffel y la meta en Campos Eliseos.
¡Gracias a los que me habéis apoyado en estos meses!
